miércoles, 30 de mayo de 2007

el milagro y la primavera

Lo siento, he tenido muy olvidado el blog últimamente. Lo cierto es que la primavera ha llegado, y con ella la escandalosa explosión de vitalidad propia del ciclo reproductor de los animales; así que me ha tocado hacer de comadrona en dos partos múltiples:

Misha, nuestra gata dominante y jefa del clan ha parido 5 preciosos gatitos negros cruzados con persa, es decir, exóticos de pelo largo.

Desafortunadamente, el primero de los rorros se quedó atascado en el canal uterino y para sacarlo hubo que tirar demasiado fuerte, así que pereció en el intento. No obstante, los otros cuatro, dos machos y dos hembras ya corretean por la casa como pequeñas ardillas. Y hace cuatro días Grace,
la matriarca del clan parió, también cuatro gatitos. Por desgracia, decidió que sólo iba a criar a uno de ellos, así que ha dejado morir a los otros tres.
Entre eso, el escribir, y que he estado leyendo una saga completa de libros de novela romántica, apenas he tenido tiempo de atender a los amigos de internet, a mi mujer, o a las labores de la casa siquiera... estoy de un abandonado... A ver si me animo y pongo fotos de los cachorros, por si alguien se anima a adoptar alguno.

Como digo, se nota que ha llegado la primavera, así que enhorabuena a todos los que, como yo, han asistido recientemente al milagro de la vida, en especial al magomarco, al que se le nota ilusionado por su reciente regalo.

Y hablando de magia y de milagros: hace poco Maite, una amiga mía me hizo llegar una presentación con el siguiente texto:

"SÓLO TRES PERSONAS EN LA HISTORIA HAN CAMINADO SOBRE EL AGUA...
-LA PRIMERA FUE JESUCRISTO...
-LA SEGUNDA FUE PEDRO EL APÓSTOL...
-LA TERCERA ESTE TIPO... PABLO LÓPEZ"

Acompañada de la siguiente fotografía:



Jajajajajajajja... Me hizo recordar que la vida, y el miedo, pueden hacer milagros también... de hecho me recordó un episodio de mi juventud:
Estaba parado en el centro de la calle mayor de Cuellar, cuyos encierros son muy famosos. El caso es que esperábamos la llegada de los toros, pero se hicieron esperar bastante. Entretanto, los mozos del pueblo no se les ocurrió otra cosa que calentar el ambiente al grito de "que viene el toro"; lo cual provocaba carreras frenéticas y desbandada de los espectadores que aún no se habían colocado detrás de las talanqueras de protección. Hay que señalar que dichas talanqueras tenían unos dos metros de alto y que la anchura de la calle sobrepasaba los diez metros en el lugar en el que mis amigos y yo esperábamos la llegada de la manada. Bueno, el caso es que pasó lo del cuento del pastor mentiroso y el lobo: que cuando efectivamente los toros estaban llegando, yo pasé de repetir las carreras sin sentido que había ensayado ya en cinco o seis ocasiones... Sólo que en aquella ocasión era cierto... O sea, que estaba tan tranquilo en el centro de la calle mientras los toros se acercaban por mi espalda a la carrera. En un momento de inspiración, miré hacia la novia de uno de mis amigos y descubrí su mirada de pánico y el grito mudo de aviso de sus ojos, así que volví la mirada hacia atrás con desdén, pensando que el engaño no me iba a hacer correr... y vi un cuerno como mi brazo de largo...
Sin pensarlo, y sin tomar impulso, di un bote que acabó con mis huesos encima de los espectadores del lado derecho de la vía. Tras las risas y las protestas por mi aterrizaje forzoso de los espectadores asistentes al milagro, hubo quien me felicitó por batir simultáneamente los récords olímpicos de salto de altura y longitud. Aún muerto de miedo por el susto, comprobé incrédulo la longitud y altura de mi vuelo sin motor: unos seis metros de longitud y más de dos de altura, puesto que no había tocado para nada la talanquera...
Lo que no haga el miedo...
Animo al amigo Pablo López, que me temo que se hará famoso por este milagro...

domingo, 13 de mayo de 2007

Lo importante es el sentimiento

Ayer hicimos una pequeña excursión a ver la recientemente nacida hija de un primo mío. El día fue genial. Mi mujer, harta ya de que me haya olvidado de "sacarla de paseo", como suele decir ella, estaba encantada de romper la monotonía de nuestros fines de semana y se lo pasó genial departiendo con la mujer de mi primo sobre la crianza de nuestros respectivos retoños, sus experiencias en el parto, el carácter de cada niño, etc... Y nuestra hija, como siempre, conquistando corazones con su simpatía y ése comportamiento a medias travieso y picaruelo, a medias encantador, civilizado y obediente.
Lo cierto es que da gusto viajar con una niña que no da un amparo de guerra, come lo que le pongan delante y obedece casi siempre. Casi siempre porque hay que tener en cuenta que sólo cuenta con 14 meses y su mundo se retuerce cada vez que tiene contactos con experiencias nuevas, con gente nueva, con sitios nuevos. Y que si la ponen un perro delante se transforma... y es que mi hija siente adoración por los animales. Le encantan los perros, como a su padre, cuanto más grandes mejor. Mi primo tenía en casa un precioso ejemplar de boxer, así que no hubo manera de lograr que se echara la siesta ni de separarla del "guauguau". Y eso que casi tiene un ataque de nervios cuando aquel animal tan grande (como tres veces la niña) la relamió por completo con su lengua en cuanto se le pusimos delante... Pero como he dicho, nos costó Dios y ayuda separarla después de su amigo de juegos.
Como además mi niña es una sibarita en cuanto a música se refiere, en el camino de vuelta, para tratar de disipar el disgusto de tan traumática separación y calmarla un poco, puse unas cintas viejas de ópera que llevaba en el coche. Aquella música la calmó un tanto y se quedó dormida enseguida. Y además suscitó una interesante conversación sobre cantantes y ópera entre mi esposa y yo mismo. Me siento íntimamente satisfecho con el interés que demuestra mi media naranja por la ópera. Tan sólo ha podido ver en directo tres obras y ya está enamorada del género hasta el punto de pedirme que reúna canciones y óperas que a ella le gustan por haberlas oído en casa o por haberme oído hablar de ellas.
La discusión (entendida ésta como intercambio de ideas) se centró en la diferencia de voces, de interpretaciones y de actuaciones de los distintos cantantes ante una misma canción; y sobre las sensaciones y reacciones cutáneas que provocan dichas canciones cuando las escuchamos cantadas por unos u otros cantantes. En ella hice alusión a una maravilla de la interpretación operística: Mario del Mónaco. Destaqué de él no sólo su natural equipamiento para la canción lírica y su técnica vocal, sino sus interpretaciones magistrales. No sólo era uno de los mejores tenores de su tiempo, haciendo fácil lo difícil, sino que además era un actor como he visto pocos encima de un escenario, convenciendo con sus gestos y su lenguaje corporal que lo que estamos viendo no es una obra de ficción cantada, sino una persona real lamentando sus desgracias o compartiendo sus alegrías. Como mi mujer es muy jovencita, no había oído hablar de él, así que he buscado éstos fragmentos de actuaciones suyas para que el mundo reconozca su grandeza:

Un clásico. Su interpretación de Vesti la giubba de 1954 de I pagliacci de Leoncavallo




Che gelida manina de La Boheme de Puccini (lástima que sea en playblack):




E lucevan le stelle de Tosca. Con ver su cara se adivina todo:




Y ahora otra gran actriz a la vez que cantante: María Callas en Una voce poco fa del Barbero de Sevilla.


jueves, 10 de mayo de 2007

Roberto Devereux

Ayer, con la excusa del cumpleaños de mi esposa, tuve la rara por escasa oportunidad de asistir a un concierto de ópera en directo, aquí, en Valladolid. Espero que con la reciente inauguración del auditorio Miguel Delibes, la ópera pueda disfrutarse más a menudo en mi ciudad a precios asequibles. Y es que el éxito de convocatoria está asegurado, a mi parecer.
La Joven Orquesta Universitaria de Valladolid (JOUVa), con su director Francisco Lara al frente de la dirección artística y musical, ofrecieron una excelente representación de Roberto Devereux de Donizetti en un concierto benéfico a favor del pueblo saharaui.
Como ya he dicho en este mismo blog, mi cultura musical es muy escasa. Mucho, de verdad. Pero me encanta la ópera y la escucho siempre que puedo (prácticamente todos los días). Generalmente interpretada por grandes monstruos del canto; en el caso de esta ópera en concreto, por artistas de la talla de Gruberova, Caballe o Carreras. Por eso me extraña tanto que una orquesta compuesta por gente tan joven, ayudados por una legión de voluntarios, un grupo de teatro y un coro de aficionados pongan tanta ilusión en un proyecto, hasta el punto de presentar un acabado tan profesional, tan redondo, tan bien presentado.
Hombre, después de nombrar a estos grandes de la ópera, tengo que reconocer que no hay color cuando escuchas la misma música en otras voces. Pero es que he tenido ocasión de asistir a representaciones profesionales en otras ciudades (pongamos que hablo de Madrid), en la que te cobran un ojo de la cara por ver a un tipo que cree que sabe cantar, desafinando horrorosamente...
Así que la representación de ayer, sin tener en cuenta su condición de amateur, sólo merece un calificativo: BRILLANTE. No caben excusas. No se puede decir que está bien para unos aficionados. Es que estuvo genial para unos profesionales, de verdad.
En un auditorio como el de la Feria de Muestras, lleno en sus cuatro quintas partes, la Jouva atacó la obertura de una de las óperas más depresivas de Donizetti (hay que tener en cuenta que la compuso justo tras el fallecimiento de su esposa) un poquito fríos... menos mal que enseguida se repusieron y mediada la pieza ya nos habían atrapado con un sonido casi casi impecable (algunos metales sonaban un pelín en exceso) envolviéndonos en la atmósfera idónea para la representación. Es increíble cómo músicos tan jóvenes consiguen un sonido tan perfecto. Será la ilusión que le ponen...

Enseguida comenzó la exhibición de una mezzo-soprano realmente genial. Esta mujer me suena que ya la he visto actuar en alguna ocasión. Se llama Rose Nolan, es, como el resto de los artistas muy joven, pero a mi pobre oído le pareció estar escuchando a la mismísima Cecilia Bartoli en Cenicienta... Y eso que comenzó, como casi todos, con la voz a medio calentar, por lo que el primer acto no lució como debiera, vista la materia prima en cuestión de voces que se reunió en el escenario. Quizá sea cuestión de los nervios del estreno. No obstante, esta mujer fué, con mucha diferencia la mejor de la noche. Una primera línea de la canción a pesar de su juventud.

Como soprano y protagonista de la obra, Eda Austmann. Creo que la más joven de todos ellos y probablemente la que más proyección tendrá. Y eso que anoche no estuvo nada fina, la verdad... Creo que la escuché comerse más de una nota, pasó por encima de las cadencias a su bola, sin ver ni obedecer en más de una ocasión la indicaciones del maestro Lara y exagerando la representación de su papel. Lo cierto es que esta muchacha hizo fácil lo más difícil de su papel, bordando notas complicadas, de difícil acceso, y sin embargo, falló en momentos muy fáciles para cualquiera. De técnica se la nota sobrada, ya que las respiraciones fueron impecables, pese a la dificultad del personaje. Pero al principio del tercer acto tuvo un pequeño tropiezo con la voz: se la encasquilló (ignoro la razón) e hizo más monótono aun el principio del lamento de Elisabetta, ya de por sí bastante peñazo. Vale, me he pasado un poco con ella. No pretendía ser tan duro en mi crítica, porque la realidad es que tiene una voz maravillosa. Y la auguro un futuro genial, de verdad, quizá por eso tiendo a exigir más a quien mejores posibilidades tiene.

Sobre el barítono Simón Lobelson hay poco que decir: estuvo genial, con una espontaneidad vocal alucinante. En un momento de la representación poco adecuado, un espectador cercano a mí gritó "bravo". No era para menos, aunque, como digo, el momento no era el indicado. Es que su Forse in quel cor estuvo impecable. Así os podéis hacer una idea de su actuación. Muy bueno.

Al tenor Gareth Morris tengo que seguirle de cerca. Tiene apenas 25 años y una coloratura preciosa en la voz. Anoche se lució y adornó todo lo que quiso durante la representación. Tiene potencia, agudos trinantes (quizá demasiado vibrato) y una maestría poco común para su edad. Su voz se parece bastante a la de Ramón Vargas, pero un pelín más aguda y menos potente. Como una preciosa mezcla de trompa y saxofón. Aunque, claro, no ha llegado a su madurez musical... Si he de ponerle algún pero, es que tardó demasiado en levantarse del suelo durante la escena en que le comunican la sentencia de muerte. Y, claro, lo pagó... desafinó y se le escapó un gallito. Pero es que la posición no era la más adecuada para cantar... En el resto, muy, pero que muy bien.

He de hacer una mención especial a dos personajes secundarios: El tenor Manuel Alejo, que a pesar de su corto papel en la obra, destacó brillantemente como una voz magnífica, a pesar de que el papel no permite lucirse. Y una chica del coro, que no pude identificar, pero que estaba a la derecha en el escenario durante la escena previa a la entrada de Elisabetta en el segundo acto. Una bonita voz que tengo que averiguar a quién pertenecía. Aún no tengo claro si era la que vestía de policía, la limpiadora o la doncella. Pero lo averiguaré, lo prometo. ¡Ah! que no lo he dicho. Es que la obra estuvo ambientada como si fuera moderna, o sea, que no había espadas ni trajes de época, sino pistolas y esmóquin. Pero el resultado fue perfecto. Y he dicho. Muy profesional.

Pongo sólo dos vídeos, uno de la Gruberova, con una de sus mejores actuaciones en esta ópera:



Y otro de un dúo con Flórez en la ópera Maria Estuarda (no es la misma obra, aunque tiene el mismo tema, pero es que a mi mujer la encanta el peruano... jejejjee...)

sábado, 5 de mayo de 2007

Spiderman 3 y Nino Bravo

De todos los adjetivos posibles "inmarcesible" quizá sea el que mejor se puede aplicar a esta voz. Maravillosa, inolvidable, profunda, etc, etc, etc... Luis Manuel Ferri Llopis, alias Nino Bravo, ha sido el responsable de mi amor por la música. La primera vez que lo vi, contaba sólo con 4 años en un programa de televisión llamado Pasaporte a Dublin. Cuentan mis tías que, aunque llevaba ya unas cuantas horas dormido en mi camita infantil, al escuchar su voz me armé de valor y bajé las peligrosas escaleras de la casa de mi abuela, a oscuras, hasta llegar al comedor para poder ver y escuchar a este cantante valenciano cuya voz, mezcla de Tom Jones, Englebert Humperdink y John Rowles, alteró mi profundo sueño y marcó el descubrimiento de la música en mi vida. Su clavecín vocal, mezclado con su bajo rockero, ha sido durante años el objetivo imitador en mi casa. Tanto mi hermano pequeño como yo mismo, hemos versionado miles de canciones de distintos cantantes tratando de imitar ése peculiar timbre de voz.
En cierta ocasión escuché a alguien que estuvo presente en las grabaciones de aquel programa, que lo más destacable de Nino no era su gran voz, sino su profesionalidad. "Era un Mozart de la canción" -dijo literalmente- "le bastaba echar un vistazo a la partitura, y ya tenía la canción ensayada". Con referencia a este vídeo, cuenta que, a pesar de que era preceptivo en el programa cantar en playback, cuando grabaron las imágenes, Nino comenzó a cantar la canción a capella y la gente comenzó a pararse a mirar a aquel loco con voz de ángel. Tuvieron que cortar en varias ocasiones la grabación porque la gente se interponía para felicitarle por tan portentoso instrumento, aunque Luis continuaba profesionalmente con la grabación.
Treinta y siete años después, nadie ha olvidado nada de este hombre, de esta voz, de esta corta carrera de apenas cuatro años y ninguna de sus sesenta y dos canciones. Maldita carretera, maldita mala suerte...




Hoy hubiera sido famoso mundialmente... y dónde no lo conociesen hasta ahora, se hubiera hecho famoso por la película Spiderman 3 en cuya banda sonora original va incluida la versión original de "La puerta del amor" de Gene Pitney, que claro... no tiene color...



Con la voz de Nino Bravo (por cierto, el vídeo clip es horroroso):