viernes, 14 de marzo de 2008

LA SUERTE

Cuando se juega a la lotería, uno siempre piensa con ilusión que será él el agraciado con el premio gordo. Los juegos de azar son así; mantienen viva la esperanza de quienes participan en ellos y el comezón de seguir jugando una y otra vez hasta conseguir el premio. ¿Quien no vive ilusionado con una Lotería Primitiva que le permita hacer realidad sus sueños? Yo mismo soy un adicto a este juego, pensando que algún día la suerte me saldrá al paso y podré dedicar el resto de mi vida a potenciar mis aficiones, a escribir sin preocuparme de si hay comida en mi mesa o si mi hija necesita unos zapatos nuevos.

En algunos casos, estos juegos de azar se vuelven peligrosos en extremo y amenazan seriamente nuestra economía, o nuestra salud. Y si no, que se lo pregunten a los que sufren de ludopatía o a los que se pican con algo tan peligroso como la ruleta rusa.

O a mi padre...

Ya os he hablado de él en alguna ocasión. Incluso le he calificado como un filósofo de izquierdas. Bueno, esto quizá sea un poco exagerado, porque no es que sea muy aficionado a aprender, ni siquiera le encanta la lectura. Pero tiene una visión de la vida muy particular que, aunque en ocasiones resulta un tanto pesimista, siempre te hace pensar en las razones por las que sentencia con tanta autoridad y maniqueísmo... y el porqué de tantos aciertos en sus aseveraciones...

El caso es que mi padre es también un jugador. Aunque no ha jugado a la lotería en muchas ocasiones, pues dice no creer en que el reparto de premios sea cierto; hace cincuenta años que decidió comenzar un juego comprando un décimo de lotería. Uno que hemos comprado todos o casi todos los que procedemos de un nivel social más bien tirando a bajo. Uno que compras empujado por el medio que te rodea y que mira mal a quienes no lo compran, tildándolos de raritos, cuando no directamente de maricones o nenazas. Uno que te obliga a seguir jugando para mantener la imagen que te venden desde los medios de comunicación y que te hace sentir más hombre, más libre, más independiente, más tú mismo.

Por supuesto, todas esas ilusiones que desde la publicidad, desde los medios de comunicación y desde la sociedad que te rodea a la larga, resultan vanas esperanzas y falsas promesas. Lo único que hacen es precisamente eso: vender la ilusión. Y en muchas ocasiones, como en la que me ocupa hoy, esa ilusión que como todas es vana, a veces resulta letal por falsa y por peligrosa.

Y es que cuando uno comienza a fumar a los 12 años, compra un boleto de lotería que puede acabar en un cáncer de pulmón. Y si no lo dejas a tiempo, terminas en tu mano con todas las terminaciones de ésa lotería, con lo que la posibilidad de ligar un premio es casi una certeza.

A mi padre le ingresamos hace un mes en el hospital porque llevaba ya un par de meses con un resfriado que no acababa de curarse nunca. Por supuesto, no era un simple resfriado. Su mal había degenerado en una grave neumonía que le ha mantenido ingresado durante casi un mes completo. Con las pruebas preceptivas que le hicieron una vez ingresado, le han detectado un sarcoma microcítico en fase extendida, con metástasis ósea en la novena costilla derecha. Pronóstico: muy grave. Tratamiento: tres ciclos de quimioterapia con comienzo inmediato. De hecho, ya ha cumplido con el primer ciclo, y parece que, de momento, la agresión química no le está minando más la salud de lo que estaba ya en un principio.

Y de ánimo... pues bien. Se siente un poco inseguro porque no sabe si el tratamiento puede afectar a sus capacidades, pero desde que ingresó en el hospital parece que tenía bastante claro cual iba a ser el diagnóstico final; y lo aceptó desde el punto de vista de no arrepentirse de lo que ha hecho. Dice que se arrepiente de lo que no ha podido hacer. De lo demás...

"Lo tenía bastante claro. Cuando se fuma durante 50 años, como yo he hecho, no puedes llevarte las manos a la cabeza si te toca la lotería... al fin y al cabo, llevaba ya todas las terminaciones, así que era cuestión de tiempo que me tocara algún premio... Lo que nunca piensas es que te pueda tocar el gordo..."

jueves, 6 de marzo de 2008

NO ME PUEDO RESISTIR

A pocos días de las elecciones generales, y después de una campaña tan nefasta por parte de los líderes de las dos fuerzas políticas mayoritarias; no me resisto a señalar algunas consideraciones importantes sobre el injusto y parcial sistema de votación que se utiliza en este país, por si a alguien de los que me leen le pueden servir para recuperar la ilusión o las ganas de acudir a las urnas el próximo domingo.
Apenas comenzada la campaña, mi mujer se quejaba amargamente del poco peso que tienen los más de cien partidos políticos que se presentan a estas elecciones, frente a los dos partidos mayoritarios en los medios de comunicación. Como es una pesada (en el buen sentido de la palabra) y su alto sentido de la justicia no la deja ver las cosas como son en realidad, no podía entender que se prestase tanta atención a unos pocos y tan poca a todos los demás; así que tuve que hacer un ejercicio de investigación y docencia para explicarle la famosa ley de Hondt y convencerla que el criterio de proporcionalidad sí se practica en dichos medios de comunicación; y que la Junta Electoral Central reparte el espacio de publicidad para cada uno en función de los resultados obtenidos en las últimas elecciones. Otra cosa distinta es que el sistema sea justo, hoy por hoy, pero legal, no cabe la menor duda de que lo es... y además se cumple a rajatabla (o al menos eso quiero creer).
Pero pocos días después, un compañero suyo (no en vano se dedica a la docencia profesionalmente) nos hizo llegar este estupendo ejemplo de cómo funcionan las cosas que os reproduzco a continuación (Y perdón si presupongo que casi todos mis lectores son votantes de izquierdas. Bien sé que no es así siempre, y lo respeto; aunque me resulta difícil entender que haya personas inteligentes, cultas y conocedoras de la Historia que, siendo trabajadores, se decanten por el voto a la derecha, no puedo por menos que aceptarlo, pues ya ha habido un gobierno de derechas en este país en el que hay más de 22 millones de trabajadores... ;-P):

Os pediría que echaseis un vistazo al archivo, que reproduzco a continuación y después, si queréis, la reflexión y matizaciones sobre el mismo.

¡Muchas gracias!





REFLEXIÓN:

Sobre el archivo que acabamos de ver, que por cierto corresponde a las elecciones municipales de 2003, en Valladolid, quiero hacer una matización. Está muy bien y es perfectamente aplicable a cualquier elección en la que se escoja a un número elevado de representantes (por ejemplo, el ayuntamiento de Valladolid, donde efectivamente se escogen 29 concejales, o unas elecciones generales en una provincia como Madrid, o Barcelona, con muchos diputados). En cambio, no sirve para unas generales en una provincia como Valladolid, ni mucho menos Palencia o Soria.

Como sabréis, el número de diputados depende en parte de la población. El reparto de los 350 diputados del parlamento se hace de la siguiente forma: a cada una de las 50 provincias, le corresponden dos diputados; Ceuta y Melilla escogen 1 cada una. El resto de los diputados, 248, se reparten entre todas las provincias proporcionalmente al número de habitantes. Así por ejemplo, en Valladolid o León se escogen 5 diputados, Palencia se escogen 3 diputados, 35 en Madrid, 12 en Sevilla, 16 en Valencia y 31 en Barcelona (si queréis ver exactamente cuántos corresponden a vuestra provincia, pinchad en http://www.elecciones.mir.es/generales2008/pdf/normativa/RD_convocatoria.pdf.

Usando una estimación de voto basada en las últimas municipales, nos sale que el PP conseguiría en Valladolid 106.000 votos, el PSOE 92.000 y IU unos 11.000 votos. Aplicamos ahora la ley electoral actual y nos sale una tabla como ésta:

/1 /2 /3 /4 /5

PP 106.000 53.000 35.333 26.500 21.200
PSOE 92.000 46.000 30.666 23.000 18.400
IU 11.000 5.500 3.666 2.750 2.200


Ahora nos ponemos a repartir:
- el primer diputado es para el PP (106.000)
- el segundo es para el PSOE (92.000)
- el tercero es para el PP (53.000)
- el cuarto es para el PSOE (46.000)
- y el quinto y último es para el PP (35.333)
IU no obtiene ningún diputado, pero es que además le faltan 24.333 votos para conseguirlo. Por el contrario, al PSOE le han faltado 14.001 votos para arrebatar el tercer diputado al PP (35.333-30.666, y todo ello multiplicado por 3).

CONCLUSIONES:

Con esto, yo sacaría tres conclusiones:

1. La ley electoral es una mierda, porque beneficia a los partidos grandes y especialmente a los partidos cuyo voto está concentrado en una determinada zona geográfica (partidos nacionalistas). De hecho Miguel Herrero de Miñón, ponente constitucionalista, afirmó en un debate ante Santiago Carrillo, que dicho sistema se pensó para lograr un parlamento no muy fraccionado, y por tanto un país más gobernable en aquella complicada etapa que fue la Transición, y también para evitar que el Partido Comunista sacara muchos diputados (que también hubiera complicado el asunto).

2. El denominado "voto útil" sólo puede aplicarse en aquellas zonas o elecciones en las que se eligen un reducido número de representantes (hasta 8 ó 9; como por ejemplo, las generales en provincias con relativamente poca población).

3. Como saber qué va a votar cada uno de los votantes de izquierda es imposible, hacer suposiciones tampoco sirve de mucho, por lo que estoy de acuerdo en que cada cual debe votar guiándose por su corazón. Pero VAYAMOS A VOTAR, por favor, porque en primer lugar, han muerto muchos españoles para que pudiéramos tener democracia en este país; pero además, es que una democracia con alto índice de abstención, es una democracia más débil, y ante el terrorismo necesitamos presentar una democracia fuerte (bien lo saben en Batasuna, que piden la abstención)

Ahora dejo a vuestra elección si mis reflexiones merecen la pena ser difundidas entre vuestros contactos. O si lo preferís, coged una calculadora y haced vuestras propias cuentas para saber a quien votaréis.